Rocío  Pereira

Soy Rocío, una artesana.
Nací en Madrid en 1998. A lo largo de mi vida he tenido siempre un amor e interés profundos por el arte. Mi madre me enseñó a pintar desde pequeña; la veía mezclando colores, limpiando sus pinceles y firmando sus cuadros, quise ser como ella.
 
Mi niñez estuvo rodeada de artistas como Degas y Monet, maestros del impresionismo, y con ellos di mi primer paso en el mundo de la pintura. Empecé pintando con acuarela, como mi madre, y todavía no he acabado. 
Pasaba mis días pensando en cómo ‘distraerme’ mejor; si no quería estudiar, dibujaba y pintaba todos mis libros y cuadernos con lo que tenía a mano. Cuando mis padres se cansaban de mi ausencia de estudio, me quitaban mis bolígrafos, rotuladores y lápices, tenía que estudiar. El día que vieron mi papelera pintada con esmaltes de uñas, sin un centímetro en blanco, se resignaron, su hija era una artista.
 
Con cursos de arte, dibujo, diseño y pintura, fui imparable. Le quise dedicar todo mi tiempo al arte y sus disciplinas. Con 18 años, mi madre supo antes que yo que mi futuro estaría lleno de creatividad y color. Me animó a estudiar una carrera en las artes plásticas. Me hubiese metido de cabeza en Bellas Artes, pero antes, debía estudiar algo con ‘más futuro’.
 
En 2016 me mudé a Londres, donde conseguí una plaza en la prestigiosa UAL (University of the Arts London) en Diseño Espacial. Mi objetivo de vivir sola en una cuidad desconocida se iba cumpliendo. Durante la carrera, iba aprendiendo de color, espacios, diseño, dibujo y arquitectura. Hacía proyectos interesantes que me ayudaban a expandir mi creatividad y aprender sobre ella. Conseguí un puesto para trabajar 1 año durante la carrera (Placement Year) y así mejorar mi currículum. Al volver a Londres, me quedaba el último año, pero por interrupciones de la vida, no lo acabé.
 
Volví a Madrid, donde vivo desde entonces, y decidí trabajar para labrarme un futuro en el mundo que tanto admiraba.  Desde camarera, a ayudante de dirección en cine hasta exponer por primera vez, el viaje ha sido loco. 
 
Con la misma ansia por trabajar en lo que mueve el mundo, el arte, seguiré esforzándome cada día por conseguir mis objetivos y conmover a mi público.